Cuatro de cada diez hombres ya utilizan productos cosméticos a diario para tener mejor aspecto. Y es que la cosmética masculina ha evolucionado de forma muy llamativa en los últimos años.
Los hombres demandan productos específicos que no dejen dudas respecto a su sexo y que lleven implícita una imagen a la vez contundente y refinada. Los dermatólogos han apreciado un cambio notable en la rutina de su higiene diaria, y el hombre comienza a preocuparse de forma, cada vez más exhaustiva, por su estética y ya ha aprendido a cuidarse.
El hombre busca productos fáciles de usar, eficaces, creíbles, prácticos y que ofrezcan resultados visibles. Además, se decantan por los envases muy masculinos, con colores fuertes y de marcas conocidas. Los aspectos que más preocupan al hombre son las arrugas en el rostro, la flacidez en el abdomen, la hidratación de la piel, las impurezas de la cara, y las bolsas y ojeras.
La diferencia entre ellos y ellas es que la cosmética exige ser muy constante, estableciendo unos hábitos de difícil cumplimiento que demandan tiempo, algo a lo que el hombre no está acostumbrado. Sin embargo, ya no se trata de utilizar la mejor maquinilla o 'aftersave', ahora adquieren cremas, de cara y manos, aunque aún queda hasta que utilicen reductores de celulitis o cremas reafirmantes de glúteos como las mujeres.
De este modo, el concepto de 'metrosexual' ha dado paso al del 'neosexual', un nuevo término que invaden las revistas de moda y belleza y que define un equilibrio perfecto entre sensibilidad y masculinidad. Se trata de alguien que está en buena forma física, que trabaja su cuerpo y se preocupa por su imagen, con un modo saludable de vida que se traduce también en su toma de decisiones. Ese el nuevo modelo de hombre del siglo XXI.
Pero la nueva inquietud de los hombres por la estética va mucho más allá de las tradicionales cremas. Hoy en día, el género masculino se inicia en tratamientos estéticos más complejos que requieren incluso de láser o cirugía. Es el caso de la depilación, de la que ya hace uso un hombre por cada diez clientes que acude a un centro de este tipo.
Las depilaciones láser más frecuentes entre los hombres son la espalda, el pecho y el límite de la barba, pero siempre sin perder su aspecto masculino. Además, las inyecciones para reducir signos de la edad o incluso las cirugías más complejas para realzar glúteos o añadir pectoral comienzan también a popularizarse.